martes, 29 de marzo de 2011

El pais de la libertad

Definir exactamente el contenido de la palabra libertad, parece una empresa bastante compleja.
Desde los comienzos de las civilizaciones, la libertad esta intrínsecamente ligada a la justicia. Un pueblo no era libre si la justicia no garantizaba eso, y aun en aquellos pueblos que detentaban esclavos, clases o castas, estos status eran observados y fundamentados  por la justicia.
La historia oficial argentina sostiene que nuestra libertad comenzó allá por el año 1810, se robusteció en 1813, se plasmó en 1816 y se terminó de consagrar en 1853, y que, a excepción de las dictaduras populistas de Rosas, Perón y de Néstor y Cristina Kirchner, siempre fuimos un país libre, rebosante de justicia y estrictamente custodio de los derechos de los ciudadanos.
Fueron libres los animales bípedos que Sarmiento le sugería a Mitre que forzara a pelear la guerra del Paraguay. También lo fueron quienes eligieron libremente morir durante la Revolución del Parque. Los que en la Patagonia trágica morían libremente a manos de las tropas comandadas por Varela, por ejercer su libre derecho a huelga. Quienes fueron bombardeados en Plaza de Mayo en 1955 y quienes fueron fusilados un año después, también optaron libremente por morir.
Los fusilados en Trelew y Margarita Belén, los 30 mil desaparecidos, los más de treinta asesinados durante  la caída de De la Rúa y Kosteki y Santillán, asesinados por “la mejor policía del mundo” de Duhalde, durante el gobierno del mismo Duhalde, todos ellos hicieron uso de su libre derecho a morir.
Así, desde nuestro nacimiento como país, hemos gozado de todas estas libertades, que sumadas a otras complementarias, han hecho grande a nuestra nación, a saber: libertad de empresa, libertad de cambio, libertad financiera, libertad para asumir las deudas privadas de nuestros empresarios, libertad para privatizar cuanta empresa del estado se nos haya ocurrido, libertad para aplicar ajuste tras ajuste y todo ello regado por una canónica libertad de prensa que contribuyó a garantizar el éxito de todas estas libertades.
Pero lamentablemente, la llegada del populismo al poder en el año 2003, intenta poner en riesgo nuestros mas sagrados principios, y parece no entender  que las libertades tienen rangos, y que la libertad de prensa está por encima de todo, hasta de la misma Constitución Nacional, que solo nació para garantizar los derechos antes detallados.
Porque esta claro que no es lo mismo la sagrada libertad de prensa, y el derecho a circulación del diario Clarín, que los derechos sindicales que pretenden arrogarse unos animales bípedos modernos, que salvajemente cortaron por unas cuantas horas la salida de los camiones con la biblia diaria de Giudici, Carrió, Pinedo, Gil Lavedra y Pino Solanas. Y en definitiva el Grupo esta en su libre derecho de acceder a poner en la grilla televisiva lo que quiera, y elige libremente si pone a Telesur o a Paka Paka. Y Cablevisión dejar de funcionar si quiere, para eso es la libertad. Y los hijos de Noble se sacan sangre si quieren, para eso son libres de ser apropiados y de elegir libremente a sus apropiadores.
Y por eso una ministra deberá comparecer ante el Congreso, para dar explicaciones de por que no reprimió libremente a los salvajes que se interpusieron a la circulación de nuestro cuerpo y alma en forma de papel (Prensa) y tinta.
Y deberá darle explicaciones a Orsolini, quien durante cuatro meses ejerció su libre derecho a cortar rutas y a desabastecer pueblos y ciudades. Y deberá agachar la cabeza ante Patricia Bullrich, quien libremente le recorto a los jubilados y pensionados el 13% de sus haberes para garantizar la libertad bancaria. Y deberá explicarle a los representantes del PRO el porqué no reprimió a esos holgazanes, como ellos lo hacen libremente por intermedio de la UCEP en la ciudad de Buenos Aires. Deberá también darles explicaciones a los diputados radicales, quienes en sus dos últimos mandatos escaparon libremente por las azoteas huyendo de los representantes del peronismo federal, quienes libremente organizaron libres saqueos y libres desestabilizaciones para derrocar a los radicales libres.
Los populistas deberán entender de una vez y para siempre que hay libertades y libertades, y que no es lo mismo la chusma piquetera y cegetista cortando una avenida o un portón por una cuantas horas, que las señoras bien blandiendo sus looks Cardón, sus Hilux cero kilometro, apoyadas por los representantes del Grupo A y bendecidas por el Grupo Clarín.
Hay libertades y libertades, che.
Y al fin y al cabo, Argentina siempre fue el país de la libertad.

Enrique “Gallego” Cal

miércoles, 23 de marzo de 2011

24 de marzo de 1976 - 24 de marzo de 2011

Quisiera que me recuerden.
De Joaquin Areta

Quisiera que me recuerden sin llorar ni lamentarme quisiera que me recuerden por haber hecho caminos... por haber marcado un rumbo porque emocioné su alma porque se sintieron queridos, protegidos y ayudados porque interpreté sus ansias porque canalicé su amor. Quisiera que me recuerden junto a la risa de los felicesl a seguridad de los justos el sufrimiento de los humildes. Quisiera que me recuerden con piedad por mis errores con comprensión por mis debilidades con cariño por mis virtudes,si no es así, prefiero el olvido, que será el más duro castigo por no cumplir mi deber de hombre.

domingo, 20 de marzo de 2011

No bombardeen Buenos Aires

El caso de Libia es uno más de una larga lista de gobiernos que respetan poco los DDHH. Sobre todo en esa región del mundo, donde la libre interpretación del Corán, le permite a algunos llevar a cabo todo tipo de guerra santa o purificadora de almas y espíritus.
Cada vez que un sector del pueblo, clan o etnia dominada, intenta romper las cadenas de la dominación, entra en juego la invocación sagrada y el llamado a aplastar dicho manojo de blasfemias.
Libia no es el único país de la región con revueltas populares. Es uno más.
Estos reclamos se vienen sucediendo desde hace un tiempo, cuando el pueblo egipcio salió a la calle a reclamar el fin del régimen de Mubarak. En la misma sintonía se encuentran hoy los pueblos de Bahréin y Yemen, por citar algunos.
En todos los casos el Departamento de Estado norteamericano ha pedido calma a los pueblos y ha negociado con esos gobiernos el “alivianar” la presión sobre sus ciudadanos, y solo en el caso de Egipto, cuando la intransigencia del pueblo en las calles  y plazas dejo en claro que no habría solución posible con Mubarak, solo allí, el equipo liderado por Hillary Clinton le “recomendó” al dictador su salida.
Sucede que todos esos países son “socios” (entiéndase serviles por socios, un eufemismo utilizado muy a menudo por los estadounidenses para definir a sus países esclavos) de EEUU, y el hacer algo para provocar las salidas de esos gobiernos les puede costar su relación “amistosa”. Y mucho peor puede ser la amenaza de la asunción de un gobierno de corte islamista y anti norteamericano.
Y se sabe que desde Roosevelt para acá, el presidente de un país subdesarrollado puede ser cualquier cosa, pero si “es nuestro hijo de puta”, no hay discusión ética o moral que valga. El tipo se queda en su lugar.
No es este el caso de Libia, por supuesto. Kadafi, Gadafi o como se llame, es un sujeto complejo. Y sin intención de entrar a definir a quien en distintos momentos de la historia se ha asociado con dios y con el diablo, lo cierto es que el sujeto no es una persona bien vista por el New York Times. Y no es por ser malo el que sea mal visto.
Videla, Pinochet, Stroessner, Somoza, Batista y hasta el mismísimo Sadam Husein en algún momento, cuando el peligro en oriente lo constituía Jomeini, eran tipos muy macanudos para el poder norteamericano, invitados a cuanto coctel se sirviera en la Casa Blanca.
Kadafi no es más ni menos que cualquiera de los nombrados. Sucede que Gadafi es díscolo, complicado y la civilización no puede confiar en el. No es ni mejor ni peor que los otros asesinos complacientes con Washington, sucede que este no es complaciente con Washington. Pero además tiene petróleo, y tiene mucho, y su país es uno de los principales productores mundiales, entonces la santa curia apostada en Wall Street no le perdona el que mate a su pueblo. Se conduele con los asesinatos perpetrados por este tirano y le exige al gobierno de los United States of America que actue en salvaguarda del petróleo, perdón, de las vidas de esos sujetos con turbante que no se les entiende bien lo que dicen, pero que importa, al fin y al cabo tienen petróleo.
Y ya se sabe, no es lo mismo el sufrimiento del pueblo libio que tiene petróleo, que el sufrimiento del pueblo hondureño, que tiene una selva de mierda toda llena de mosquitos.
Así las cosas, EEUU y sus socios: Francia, del que el pueblo argelino guarda un grato recuerdo, e Inglaterra, siempre presente en las plegarias de los irlandeses, han salido a rociar con bombas el suelo libio, siempre cuidadosos de que no afecten al pueblo libio, que sabe debe mantenerse alejado de ellas para no engrosar la gigantesca lista de daños colaterales, y esas bombas y misiles solo dejaran de caer cuando renuncie Gadafi o, al menos, cuando aparezcan las armas de destrucción masiva que Sadam tiene escondidas vaya a saber donde.
Así es la barbarie. Tiranos inescrupulosos que asesinan a sus pueblos.
Y así somos nosotros, la civilización occidental. Porque ojo, nosotros somos parte de la civilización occidental, a no mirar para otro lado que ya alguna vez fuimos con fragatas al Golfo.
Y seremos civilización occidental hasta que se acabe el petróleo, por lo menos.
Y seremos civilización hasta que en el mundo comience a escasear el agua y los alimentos.
Y allí dejaremos de ser civilización, y volveremos a ser barbarie, igualitos a Felipe Varela o al Chacho Peñaloza.
Y hasta tal vez nos imaginen con turbantes, como los sucios árabes de hoy.
Y como los habitantes de Trípoli, tendremos que esquivar las bombas.
Y nos esconderemos en el primer hoyo que encontremos, y mirando al cielo cantaremos todos tomados de la mano.
“No bombardeen Buenos Aires.”

Enrique “Gallego” Cal

viernes, 18 de marzo de 2011

Los hijos de Trasímaco

Los sofistas fueron personas muy reconocidas en la antigua Grecia. Se trataba de filósofos que, se decía, enseñaban su sabiduría a otros, aunque lo que hacían en realidad, era diseñar argumentaciones para aquellos que las necesitaran y que las pudieran pagar, aun falseando la realidad.
Bien sabido es, que para aquellos griegos, el participar de la política no era una cuestión de opción, era una obligación cívica y moral el ser parte de las discusiones en la Ágora, la plaza pública.
Se supone entonces que aquellos que deseaban, y podían pagar sus servicios, recurrían a estos filósofos para que les articularan alguna argumentación convincente, que pudiera ser expuesta sin temor a hacer papelones y con posibilidades ciertas de convencer.
Lo que se dice: unos mercenarios de la pluma.
Trasímaco fue uno de los más famosos sofistas. A partir de sus discusiones con Sócrates primero, y Platón después, aparece varias veces nombrado en el libro La República de este último. Allí sostiene sin sonrojarse que “la justicia es la conveniencia del más fuerte”. Es decir, dejaba librado al poder de turno el dictado de las normas y de las leyes, y concedía al poderoso, el dictar las reglas a su antojo, toda vez que con su poder (económico, militar, etc.) fundamentaba sus posiciones.
Si al poderoso le conviene, entonces es justo. Si va contra sus intereses (aun beneficiando el interés colectivo), entonces no lo es.
Como diríamos en la Argentina: “El que tiene plata hace lo que quiere.”
Existe hoy una discusión en nuestro país, a cerca del carácter de algunos reconocidos periodistas. Algunos, se sabe, adhieren desde siempre a cualquier política anti popular. Mariano Grondona, Joaquín Morales Solá, entre otros,  son los fieles seguidores de lo que fue Bernardo Neustadt. Otros, en cambio, parecen haber ido cambiando el color de su tinta (en más o en menos) en tanto el color de sus salarios, o de los favores recibidos, se tornara más verde: Ernesto Tenembaum, Jorge Lanata, Nelson Castro o Magdalena Ruiz Guiñazú, por citar solo a algunos. Lo cierto es que todos ellos, al igual que lo hiciera Trasímaco en el pasado, tergiversan la realidad según mejor les convenga a los intereses de quien les paga, e incluso, solapadamente, bregan por el poder del mas fuerte.
-“Y el mas débil ahora es a lo mejor el que parecía mas fuerte.”
-“Es Clarín.”
-“Si, si…”
El triunfo del FPV en las pasadas elecciones en Catamarca, parece haber tomado desprevenido a los dueños del poder en la Argentina. Tal vez herido por eso, Morales Sola, en su columna del día lunes en el diario La Nación, no solo reprendió a los opositores políticos a este gobierno por ser torpes a la hora de tomar decisiones, sino, que además, dejo en el aire una amenaza de lo que serán sus escritos (y los de todo el “periodismo independiente”) en los próximos meses: “ya se ha escrito mucho sobre la escasa vocación democrática del kirchnerismo. Habrá que seguir escribiendo sobre eso.”
Da la impresión, que el haber ganado la gobernación catamarqueña por parte del FPV, es parte de una “falta de vocación democrática”, a juzgar por los dichos del escritor tucumano, sospechado de haber visitado campos de concentración (con secuestrados incluidos) durante la última dictadura.
Resulta preocupante entonces que el participar y triunfar en un acto eleccionario sea considerado por el como una falta de “vocación democrática”. Valdría entonces preguntarse cual es el tipo de democracia que reivindica Morales Solá y que comprende el por justicia, ya que, se supone, la justicia es parte fundamental de la democracia, toda vez que sin justicia no habría igualdad, y sin igualdad no habría democracia. Y esto dicho más allá del funcionamiento factico del tal sistema.
Da la impresión que el otrora periodista del diario “La Gaceta” de Tucumán, entiende como justicia la fuerza del poderoso. Ayer, visitando “La Escuelita de Famaillá”, uno de los campos de exterminio de aquella provincia en épocas en que el poder era ostentado por un grupo de militares facciosos, y hoy, por el Grupo Clarín, quien desconoce una y otra vez las sentencias de la justicia contra su accionar mafioso. Tal vez también entienda como justo el que uno de los directivos de Clarín, José Aranda, quiera inundar media provincia de Corrientes para beneficiar sus plantaciones de arroz. O que Héctor Magnetto haya amenazado personalmente a Lidia Papaleo con la intención de quedarse con Papel Prensa. Total, si ellos tienen plata.
Y el que tiene plata hace lo que quiere.
Lo mismo sucede con los otros periodistas citados. No escapan a la lógica sofista.
Todos dicen ser “periodistas independientes”, todos dicen abrazar a la justicia, todos tienen cuentas pendientes con este gobierno al que consideran al margen de la ley, pero todos ellos trabajan ligados de una u otra manera para grupos que “saltean” las decisiones judiciales de la justicia plebeya.
La ética periodística es un marco normativo donde conviven principios tales como la moral, la objetividad, la honorabilidad, la veracidad, la justicia, la responsabilidad social. Este conjunto de virtudes son las que deberían regir las actividades laborales de estos hijos modernos de Trasímaco, pero parece ser que estos fines son demasiado altos para quienes hace rato vendieron servilmente su pluma al postor mas poderoso.
El que cree que la justicia es su conveniencia.


Un periodista debe ser un hombre abierto a otros hombres, a otras razones y a otras culturas, tolerante y humanitario. No debería haber sitio en los medios para las personas que los utilizan para sembrar el odio y la hostilidad y para hacer propaganda. El problema de nuestra profesión es más bien ético” Ernesto Villanueva, periodista.

Enrique “Gallego” Cal

martes, 15 de marzo de 2011

La Actual Juventud Argentina

La Presidenta CFK y la juventud en Huracan
Todas las instituciones pertenecientes a una sociedad responden a variables de explotación de una clase sobre la otra y por tanto al sistema de relaciones sociales que surge de tales condiciones materiales.

La represión sexual, como el dispositivo que posibilita la sumisión de una clase a las condiciones que se le imponen y como generador del miedo, recorre transversalmente el accionar de todas las instituciones. En tanto más irracionales son las relaciones de producción, más violentos son los mecanismos que necesitan las clases explotadoras para mantenerse en esa situación.
Cuando ciertos factores accionan sobre la estructura de poder de manera que la desestabilizan y los dispositivos convencionales utilizados para mantener el estatus quo no logran su cometido, se activan refuerzos cada vez más perversos para lograrlo. Las fogatas de libros prohibidos (y de sus dueños) son algo asiduo en la historia universal. El incendio de la biblioteca de Alejandría, con su bibliotecaria dentro, quizá sea el caso más conocido, pero no el único. En Argentina el ultimo refuerzo fue hace, tan solo, 36 años y todavía hay olor a quemado.

Las verdaderas consecuencias  de los hechos históricos no se muestran, sino, cuando las condiciones que estos generaron accionan estructurando la idiosincrasia de las generaciones venideras. Los 30.000 desaparecidos, el exilio de los mejores músicos, científicos, docentes y estudiantes, la quema de libros, y la destrucción sistemática de cualquier tipo participación civil reduce la población a una masa atemorizada de genuflexos, cómplices y participes en la masacre –por acción o por omisión- que educan a sus hijos en el “no te metas”, en el “por algo será”, en el “hace la tuya”. Amén.

Ya terminada la guerra comienzan los tiempos de “paz”, y aquella rancia estirpe de asesinos se mantienen en la sombra, atornillada a las estructuras burocráticas de los ministerios y de las instituciones educativas con diversos disfraces según lo amerite la época. Se mantienen tranquilos porque saben que hicieron un buen trabajo; que el hambre silencioso de los niños es suficiente para diezmar a las masas de mendigantes harapientos; han aprendido que el hambre no es violencia, pero que sí es violencia tratar de salvarlos.

Así, la juventud argentina carga sobre sus hombros los muertos de un genocidio del que no fue participe, pero del que sufre todas las consecuencias. Cada vez que la participación civil se hace presente en la vida de algún joven argentino, éste siente los aviones de la muerte sobrevolando el Río de la Plata, el olor a carne quemada que sale de los cuarteles, las balas de los fusiles que se estrellan contra un paredón. Siente el escalofrió de la muerte que le recorre cada vértebra de su columna.
 
La actual juventud argentina fue secuestrada, torturada y muerta junto a sus compañeros en el 76´, y así se mantuvo hasta que el pasado se hizo presente,  hasta que el peso de la memoria cayó sobre los genocidas, hasta que los cuadros se descolgaron, hasta que las madres se ataron los pañuelos, hasta que los hijos aparecieron, hasta que El Silencio se escucho, hasta que la historia nos parió muertos sobre nuestra propia tumba.

Por Facundo Gribaudo.
Estudiante de Sociologia UNVM
Militante de la JPK

lunes, 14 de marzo de 2011

Perdidos en el espacio

La victoria del FPV en Catamarca marca el comienzo de un año electoral que parece será, a todas luces, un año sin sorpresas políticas.
En el mismo sentido, el conglomerado de derrotados, tampoco da lugar a la sorpresa.
Tal vez este haya sido también el último acto de la utópica carrera presidencial de Julio Cobos.
Brizuela del Moral, quien parecía ser la espada fuerte del vicepresidente ocupa,   con la probable intención de marcar una tendencia en el curso electoral del 2011, llamó tempranamente a votar a los catamarqueños con la intención de que su triunfo marcara la recuperación cobista de cara a las presidenciales.
Resulta casi descabellado pensar que, el oportunista de julio del 2008, quien se creía el legitimo representante de una nueva mayoría disgustada por los atropellos y los modales de un oficialismo dispuesto a quedarse con todo, siga fantaseando hoy con sentarse en el sillón de Rivadavia. Derrotado numero uno, final de juego para un traidor.
No debe ser menor el disgusto de Eduardo Duhalde. El padrino bonaerense tenía cifradas esperanzas en que la hermana de su principal capo regime, el gastronómico Luis Barrionuevo, alcanzara un decoroso segundo puesto que lo posicionara, por debajo de la UCR, pero por encima del FPV.
El sueño carnavalesco del ex socio de Menem, se planteaba en estos términos: “si, perdimos con Brizuela en su terreno, pero salimos segundos y superamos a la delegada de la yegua.” Lo cierto es que Liliana Barrionuevo salió tercera en un distrito donde su hermano derrochó el dinero del gremio, y el sueño de la cajita feliz, quedará para otro momento. Derrotados numero dos.
La UCR percibió una oportunidad de oro para posicionarse como la alternativa al oficialismo. Prueba de ello han sido las visitas de algunas otros popes además de Cobos, entre ellos su novel (no nobel) candidato, Ernesto Sanz.
Seguros de la victoria, los “presidenciables” se mostraron cerca del gobernador provincial, con la intención de anotarse una medalla que lucir al momento de disputar la interna, toda vez que una foto ganadora, en política, permite suplantar la ausencia de propuestas.
El resultado de Catamarca, lastima y mucho entonces a los boinas blancas, quienes ya no solo se ven complicados al momento de mostrarse como una alternativa superadora a Cristina, sino que además, ahora, comienzan a mostrarse como una alternativa derrotada, y  además abandonada por quienes desde hace veinte años la acompañaban. Derrotados numero tres.
La senadora nacional Lucia Corpacci voto a favor de la Ley de Matrimonio Igualitario. Claro esta, que esto le valió la reprobación de los sectores conservadores de la derecha en su provincia. Amplios sectores de la Iglesia Católica llegaron incluso a juramentarse a hacer campaña en su contra.
Con los resultados a la vista, da la impresión que hoy, la Iglesia argentina, esta mucho mas preparada para generar escándalos y papelones, que milagros. Derrotados numero cuatro.
Las rotativas de los diarios estaban preparadas.
Los títulos catástrofes con letras negritas se sucedían en la cabeza de los jefes de redacción de los medios hegemónicos conservadores de la Argentina. Era una gran oportunidad para tirarle al gobierno nacional un fracaso. Pero aun habiendo perdido el FPV, esto en si no habría constituido un fracaso, toda vez que estaba todo dado para la segura victoria del radicalismo. Solo le resta a Magnetto y sus socios, ordenar a sus esbirros el exhibir como un gran triunfo lo que parece ser la victoria del MST y Proyecto Sur en Andalgalá. Bastante poco.
Lo cierto es que todo comenzó a resquebrajarse para la oposición y los medios hegemónicos en las últimas semanas, cuando la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, visito esa provincia y su presencia actuó como un traccionador de votos.
Las elecciones en Catamarca, que fueron entonces el gran titulo del diario Clarín en el año 2009, fueron en el 2011 un copete, una nota marginal sin mayor importancia. Derrotados numero cinco.
Este triunfo del Frente para la Victoria permite vislumbrar una avalancha de votos para octubre.
Y no es que se trate de una provincia estratégica en el espacio político nacional, es más bien una provincia pequeña y con una importancia marginal. Tampoco se trata de la elección de una figura importante de la política, Lucia Corpacci era mas bien una figura desconocida.
Se trata del “efecto domino” que esto provocará, y que es el inversamente buscado por quienes propusieron hacer de esta la primera elección del año. Soñaron con una seguidilla de triunfos, y en cambio, cosecharan una seguidilla de derrotas.
Y para peor de sus males, no tienen inteligencia ni capacidad de reacción.
Y están perdidos. Perdidos en el espacio político argentino.

Enrique “Gallego” Cal

miércoles, 9 de marzo de 2011

El poder quirúrgico de la Iglesia

La expresión “cortar por lo sano”, es una metáfora que remite a las ciencias médicas y que habitualmente usamos para graficar una situación cuando nos debemos  librar de algún mal. Se supone que los médicos “cortan por lo sano” ante el peligro de que algún mal se extienda por el cuerpo. Se extirpa el mal y se resguarda lo sano.
La Iglesia Católica tiene una larga tradición en esto de “cortar por lo sano”. Lo ha hecho infinidad de veces, y en cada uno de esos cortes el resultado de sus habilidades quirúrgicas ha sido siempre el mismo. A diferencia de los sabios galenos, cada vez que los dirigentes de los seguidores de San Pedro “cortan por lo sano”, es para desterrar sus órganos sanos y para preservar aquellos que están enfermos.
Este nuevo episodio que involucra al recientemente expulsado cura Nicolás Alessio, deja muy en claro que, esta poderosa institución fundamentada en alguna piedra de la que se adueñó San Pedro, sin que existan más pruebas de la autenticidad de su herencia que su propia palabra y la de sus adherentes, no está dispuesta a poner en discusión el mas mínimo de sus mandatos.
Todos aquellos dispuestos a “sacar los pies del plato”, corren el riesgo de terminar con los avisos clasificados bajo el brazo, por la simple, sencilla y democrática razón de ejercer su derecho a expresarse libremente.
Pero el cura Nicolás no es el primero, tampoco será el último. Curas tercermundistas, curas que eligieron casarse, curas que apoyaron causas populares reñidas con los intereses del poder papal, han corrido la misma suerte. Una suerte que ni siquiera tuvieron Mugica, Angelelli, Dufau, Leaden, Kelly, Drago, Torres, Ludueña, Santana y Romero entre tantos y por nombrar solo a algunos.
Sucede que el poder se corrompe, y la Iglesia Católica es una entidad poderosa y corrupta desde su nacimiento y eso, mas allá de la valentía, la honradez y la humanidad de los nombrados y de tantos otros anónimos o poco conocidos.
“El poder siempre mata” cantaba la Bersuit, y no estaban muy lejos de la realidad en sus dichos. Y este poder que aun resguarda en su seno a Von Wernich, a Grassi y Baseotto en la Argentina; que protege a decenas de curas pederastas en Irlanda, Inglaterra, EEUU y Australia, que no tuvo empacho en asociarse al nazismo, que tuvo Papas que organizaron orgias sexuales y orgias de sangre en las Cruzadas a oriente, que le dio la comunión a Videla y a Massera y que se la sigue dando a Cecilia Pando, por nombrar solo algunas de las miles y miles de aberraciones cometidas en dos milenios de existencia, esta Iglesia (este poder), lo deja en la calle a Nicolás Alessio por apoyar la legalización del amor entre dos personas.
Y entiéndase bien, hablamos de rechazar el amor entre dos personas adultas y que se asocian mediante un mutuo consentimiento, pero protege, tolera, acepta y resguarda a sujetos de la más baja condición, que también optan por mantener relaciones homosexuales, pero a diferencia de los primeros, actuando en forma deshonesta, con menores y haciendo uso del poder que les otorga su investidura y la confianza que los jóvenes depositan en ellos. La ley, a la que los “romanistas” se apegan solo cuando les conviene, tiene un nombre para quienes cometen ese delito: son pederastas.
Tal vez solo falte que el Vaticano beatifique a estos sujetos que habitan el escalafón mas bajo de la condición humana.
Mientras tanto, los Alessio seguirán sucediéndose en esta larga lista de excluidos del paraíso para algunos. Algunos que tal vez, ni siquiera califiquen para el infierno.
Es la historia del poder, que entiende que cada paso que se da contra sus mandatos, es una amenaza inaceptable que atenta contra su misma supervivencia y pone en juego su esencia misma.
Quizás esté llegando el momento en que la sociedad argentina, si es que quiere vivir en una sociedad más justa e igualitaria cada día, comience a replantearse el sostenimiento del culto católico por parte del estado, toda vez que los valores que sostiene esta organización de hombres célibes, son contrarios a los que como sociedad defendemos: la vida, el respeto por el prójimo, la igualdad de derechos, la protección de los niños, la libertad de expresión y hasta el mismísimo amor si se quiere.
Tal vez como sociedad estemos necesitando más Alessios, más Romeros, más Angelellis y menos Torquemadas, que parecen ser los que abundan dentro del poder vaticano.

Enrique “Gallego” Cal

martes, 8 de marzo de 2011

ASUNTOS DE FAMILIA

Un año electoral es una gran feria de vanidades.
Para algunos políticos, claro.
El mundo de la política se convierte en un gran reality show en donde consecutivamente algunos se desnudan, se prostituyen, se visten y se vuelven a desnudar.
En tanto y en cuanto esos actos no afecten a los intereses de la corporación mediática, o los actores de tales actos, sean contrarios a los intereses de esas comparaciones, entonces asistiremos a la conocida cruzada del bien que intentan emprender las espadas sagradas forjadas con insumos de Papel Prensa. Claro está, que si hablamos de un mimado de las corporaciones, entonces la reacción corporativa será diametralmente opuesta, actuando como “un manto de guirnaldas para que el cielo no vea”.
Pero como presos de una atracción fatal, algunos políticos se muestran inevitablemente proclives a perpetrar todo tipo de disparates, cuando no, aberraciones, con tal de conseguir algún que otro voto que lo posicione un poco mejor en la recta final. Algunos incluso, parecen dispuestos a abrazar los más oscuros intereses. Como diría Serrat: “en la noche de San Juan como comparten su pan, su mujer y su gabán, gentes de cien mil raleas”.
Fernando “Pino” Solanas se ha caracterizado en los últimos tiempos por formular todo tipo de sentencias en contra de la Presidenta de la Nación.
Esta claro que su rol de opositor le exige diferenciarse de las acciones de gobierno, lo que no queda claro (o no quedaba hasta hace poco) es la razón que lo mueve a lanzar los mas furibundos ataques, e incluso, las mas grotescas agresiones personales.
Es curioso que, suponiéndose parte de un “campo popular”, el cineasta comparta poco y nada las políticas de un gobierno que, cegueras al margen, ha puesto en marcha nuevamente al país. Eso podría esperarse de Federico Pinedo tal vez, pero no del realizador de “Memorias del saqueo”. Sin embargo, su bajo caudal de intención de votos (no supera en ninguna encuesta el 8 o 9 por ciento), su necesidad de minutos de cámara o su intención de congraciarse con el establishment económico y político, lo empuja día tras día a asumir posiciones cada vez más vergonzantes como la retratada en la muestra rural.
El apretón de manos (reverencia –perdón Gabriel Schultz- y sonrisita nerviosa incluida) con un Eduardo Duhalde, secundado (como lo hacia Don Corleone con Tesio y Clemenza) por el Momo Venegas y otros personajes del tren fantasma del peronismo de derecha, lo pone en una posición incomoda con cierto sector de sus votantes que, opositores al gobierno, no son portadores de gorilismus tremens.
Y está claro que la delegación de la representatividad política es un contrato. Un contrato que (lamentablemente) no obliga al representante a su cumplimiento taxativo. Tampoco existe la posibilidad legal de revocar ese contrato.
Pero existen otros contratos que si exigen cumplimiento y consagración absoluta. Es el contrato que se “firma” con el poder, por el cual alguien asume un rol sumiso y se convierte en un sicario a cambio de favores que no necesitan documentación ni firma. Solo se plasman con un apretón de manos y la reverencia debida. Un equivalente al beso en la “Cosa Nostra”.
Quien alguna vez dijo que este gobierno es de derecha, acaba de someterse al poder político y económico de la Argentina, representado por los barones de la soja y por el “padrino” de la derecha golpista y reaccionaria del PJ, y responsable de la mas brutal transferencia de fondos del estado, mediante la pesificación de deudas del establishment en el 2002, y de las muertes de Kosteki y Santillán.
Y esta claro entonces que Solanas no podrá cumplir con ambos contratos.
Y esta claro que el contrato publico con sus representados lo puede incumplir sin consecuencias de ninguna índole, excepto deshilachar aun mas su ya deshilachada credibilidad. Ya lo ha hecho en el pasado y es evidente que lo seguirá haciendo en el futuro.
Y está mucho más claro que no se rompe un contrato con la mafia y se puede salir indemne, ya lo intentó alguna vez Solanas, cuando se atrevió a criticar a sus ex socios del menemismo y le costó su salud.
Esta vez no cometerá el mismo error. Sabe muy bien que no se juega con los asuntos de la familia.
Y hay lecciones que se aprenden para toda la vida.
Y hay contratos que también son para toda la vida.

Enrique “Gallego” Cal

sábado, 5 de marzo de 2011

VARGAS LLOSA, VOLVE CUANDO QUIERAS.

Esta muy bien que todos hablemos de política. Es mas, ojalá fueran muchísimos mas los que se interesasen por la política en nuestro país. Eso derivaría en una mayor cultura política, en un caudal de participación más importante, en mejores instituciones, en una calidad política superior, en un país mejor.
Pero la acción política es diferente.
La acción política inevitablemente debe estar en manos de aquellos que comprenden el accionar político.
Se puede ser un economista brillante, un educador prestigioso o un destacado hombre de la cultura, y se puede colaborar, desde su conocimiento o sus habilidades, en el progreso de un programa de gobierno al que se adhiera. Pero aun así, la comprensión de las habilidades políticas pueden estar ausentes.
La presentación de Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro de Buenos Aires, ha levantado una polvareda innecesaria, producto de una carta (que ya todos conocemos) escrita por el Director de la Biblioteca Nacional, el intelectual Horacio González, un hombre de la cultura, sociólogo y un docente universitario brillante. Pero que evidentemente, comprende bastante poco de política.
¿Cuál es la diferencia Vargas Llosa y Biolcati o Macri? Excepto que el peruano es un reconocido intelectual y que los otros apenas saben leer y escribir, ninguna.
Sin embargo convivimos a diario con el pope de la SRA y con el imitador de Freddy Mercury, y seguramente estos están en condiciones de hacerle mucho mas daño al país que el premio Nobel de Literatura. Entonces me pregunto: ¿era necesario todo este revuelo? ¿No hubiese sido mejor que el tipo llegara, hablara y se fuera?
En definitiva Vargas Llosa, fuera de la literatura, no es más que un pobre propagandista de un cultura política que pregona la defensa de los negocios y el capital por sobre todo, dicho en otras palabras y para ser muy claro, para el peruano el dinero y sus dueños están por encima de todo y no importa cuantos mas deban morir en el mundo para preservar esta lógica. Por tal razón, y no siendo uno de los primeros mil en la lista de la revista Forbes, Vargas Llosa es otro triste empleado del poder.
Entonces es muy lógico que embista contra Néstor primero y Cristina después. Está claro que su lista de enemigos se engrose además con Chávez, Evo, Correa y tantos otros. Y deberíamos estar muy felices de ello. Y debería llenarnos de orgullo. Y deberíamos invitarlo mas seguido a la Argentina, llevarlo a la televisión y pedirle que por favor nos explique en que consiste el liberalismo que tanto defiende y que nos cuente porque repudia al populismo. Y sacarlo en cadena nacional, y transcribir sus dichos y regalarlos en los hospitales y en las escuelas publicas, en las universidades. Contarles a los obreros a cerca de los postulados de Vargas Llosa, a los trabajadores rurales, a los maestros, a los portuarios y a las amas de casa. A los desocupados.  A todos. Todos deberían saber quien es el tipo y que piensa. Contarles a todos, que cuando en el país las únicas fabricas que funcionaban eran las de desocupados, de pobres y de indigentes, allá por los 90, el elogiaba este país. Y que hoy repudia a este populismo del trabajo, de la vivienda, de las escuelas llenas de pibes, de los científicos repatriados, de las amas de casa jubiladas, de las fabricas recuperadas, de la memoria y la justicia, de, de, de…
Pero no, un hombre brillante de la cultura y de la educación, puesto a jugar un rol político para el que no fue elegido, se equivocó, y su error puede haber puesto una luz en el largo y oscuro túnel del que parecen no salir la oposición y los medios hegemónicos refractarios a las políticas del gobierno.
La capacidad, la compresión y la habilidad política de la Presidenta, la llevo a levantar rápidamente el teléfono para advertirle a González de la magnitud del problema generado. Y para peor de males, gratuitamente. Innecesariamente.
Hubiese sido mas sencillo, si tanto les molesta a algunos la presencia de Vargas Llosa, que invitaran a no asistir a la Feria. A boicotearla, al fin y al cabo, es una herramienta lícita de la ciudadanía. Lamentablemente se optó por un camino pedregoso y resbaladizo, excepcionalmente apto para perder el equilibrio y caerse.
Y hay caídas que son muy dolorosas. Ojalá que no se produzcan daños, a veces son irreparables.
Aunque yo me mantengo en la mía, a Vargas Llosa no le daría cadena perpetua, a Vargas Llosa yo le daría cadena nacional.

Enrique “Gallego” Cal

HASTA SIEMPRE FLACO.

¿Por qué no nos entienden?
Unos nos exigen utopías imposibles. Otros nos dicen que las utopías no existen.
¿En que quedamos entonces?
Unos nos llaman burgueses y fascistas. Otros dicen que somos unos zurdos incapaces de dialogar.
Se viene el zurdaje. Que somos iguales a López Rega. Negros choripaneros. Coptados. Comprados. Alquilados. A 100 por cabeza. Perucas. Peronchos. Vagos. Putos. Cabecitas negras. Negros villeros. Negros de mierda. Negros.
Lo cierto es que elegimos el camino que nos da la gana, el que no viene con receta armada desde afuera. El que no fue bendecido en ningún congreso atiborrado de lucidos intelectuales con diplomas bajo el brazo.
Como se diría en futbol, hacemos la nuestra.
Y algunos les duele más de la cuenta. Porque lo abrazamos, porque nos abroquelamos, porque lo defendemos. Entonces somos cerrados, fanáticos, crispados, enceguecidos, y no se cuantas tonterías mas. Uno de los más brillantes de ellos nos bautizó como incorregibles.
Y por eso vamos y venimos. Nos aplastan y nos levantamos. Nos pisan y resurgimos. Nos matan y resucitamos. Y como en el valle aledaño al volcán, nos cubre la ceniza. Y piensan, y dicen: “esta vez si, esta vez se acabo”. Y al tiempo reaparecemos con más fuerzas que antes.
Y renace la primavera.
Y la negrada vuelve liderada por un flaco desgarbado con mocasines, y que para colmo, es bizco.
Y se ríen. Y nos vaticinan “un par de años” y que de vuelta vamos a la lona. Pero no, esta vez no nos caemos. Y a algunos se le atraganta el almuerzo paquete, porque saben que volvimos para quedarnos.
Y esta vez no nos caemos, porque el flaco se fue a descansar. La pucha si le hacia falta! Pero antes de irse nos dejo escrita la tarea. Con tinta mágica, que solo nosotros somos capaces de entender. Porque al igual que el, somos barro. Somos pueblo. Somos negros.
Y nos reproducimos, y nos multiplicamos.
Y renace la primavera. Y vuelve la alegría. Y vuelve la ilusión. Y es la primavera, y son las risas de los pibes, y son las flores y son las sonrisas de los abuelos.
Y algunos siguen sin entendernos. Y está bien, si no nos van a entender nunca. No se esfuercen más.
Si al fin y al cabo somos negros.
E incorregibles.
Y encima, liderados por un pingüino.
Hasta siempre Flaco.
Y gracias por la alegría.

Enrique “Gallego” Cal

Carta abierta a Ernesto Tenembaum (Respuesta a su nota "Nunca menos?" publicada en la revista Veintitres)

Ernesto:
No se porque, pero desde chico nunca me cerró la historia oficial de la Revolución de Mayo contada por Billiken.
Me costaba creer que Belgrano fuese ese sujeto débil y timorato tal como se lo graficaba, o que San Martin solo fuese un eximio andinista capaz de fajar a los españoles en algunas batallas. Mucho menos me cerraba el rol de French y Beruti, retratados como dos “buscas” entregando escarapelas a cambio de alguna donación.
Años después, el revisionismo histórico fundamentó mis dudas cuando supe quienes eran esos próceres, y que los presuntos “buscas” no eran tal cosa, sino mas bien se trataba de patriotas que, pistolón en la cintura, decidían en favor del bando patriota quien entraba y quien no al Cabildo. Y me pongo a pensar: ¿que hubiesen dicho Clarín y La Nación, Radio Mitre y TN de haber sido contemporáneos de  los sucesos de Mayo? Permitime imaginarlo: “Piqueteros agreden peatones” o “La patota revolucionaria impide sesión” o tal vez “Otro acto de prepotencia del futuro oficialismo”. Y me imagino a los Morales Solá y a los Nelson Castro de la época horrorizados y repudiando estos actos. Por suerte aun no existían los monopolios periodísticos y los patriotas solo tuvieron que lidiar con los realistas.
Comienzo con estos párrafos, Ernesto, de una manera sumamente antojadiza y tendenciosa. Como tus escritos. No creas que solo vos podes ser tendencioso en tus notas, yo también. Luego si querés podríamos discutir la tendencia de uno y otro.
Lo cierto es que tu nota en “Veintitrés”, titulada “¿Nunca menos?”, termina por colmar mi paciencia, sobre todo ese pretendido tono sociológico que intentas imprimirle a la nota y que creo que en el fondo, solo busca diferenciarte del resto de los empleados de Magnetto como el periodista del grupo con mas llegada a cierto sector progre que aun no decidió su voto. Bastante pobre.
Pero como te anticipé, se me antoja solamente refutarte algo de tu nota, y voy a apuntar a una parte de ella. Una en la que particularmente te consideras fuerte. Me voy a referir a “las bravuconadas de Guillermo Moreno y a la mentira oficial del INDEC”, como decís en tu escrito.
¿Cuál es tu problema con el INDEC Ernesto? ¿Acaso tenés estudios o elementos como para presentarte en un juzgado y denunciar a Moreno? ¿Quiénes te asesoran al respecto, los intachables de Broda y Melconian?
Cualquiera medianamente informado sabe que las mediciones del INDEC le han hecho ahorrar al país millones de dólares en concepto de deuda externa. Deuda que esta atada a los índices inflacionarios, por lo cual, medida de otras formas también veraces, la deuda no evoluciona como a tus empleadores le gustaría. Porque lamento informarte Ernesto, que no solo sos empleado del Grupo Clarín, sos indirectamente empleado de Goldman Sachs y otras empresas que tienen intereses en el crecimiento de  nuestra deuda externa, para ganar más dinero, sin importar si eso genera más pobres, mas indigentes y mas muertos.
Pero por supuesto que todo esto vos ya lo sabes, y por eso tus embestidas contra Guillermo Moreno. Por mandato de tus patrones, si, pero sobre todo porque el Compañero representa aquello a los que vos renunciaste: el patriotismo.
Estoy seguro que tu grupo debe haber investigado hasta el cansancio a Moreno. Desde micrófonos, espías, interceptarle comunicaciones, y todo lo que este a su alcance, ya lo han usado con el. Porque tienen los medios, la estructura, la gente y los intereses para hacerlo. Pero lamentablemente (para ustedes) no han podido encontrarle nada que lo comprometa. Por eso, día tras día, esa legión de socios de tu misma vergüenza, arremete una y otra vez turnándose o todos juntos, según la ocasión, contra Moreno. Como no existe forma de probarle un ilícito, entonces no les queda más que ir por sus modales.
¡Y que suerte para nosotros que tenga esos modales!
Lo prefiero millones de veces antes que esos pusilánimes y aprovechadores como Luis Juez, que siendo representante del Estado ante Papel Prensa (¿te suena esa empresa?) levantaba la mano y decía todo que si. Claro, hoy la mano vuelve y el contador de chistes profesional ha cimentado su campaña política gracias al Grupo y a lo que significa La Voz del Interior (¿sabes a que Grupo pertenece?) acá en Córdoba. Incluso vos, desde tu auto promocionado periodismo independiente  y actitud progre, contribuiste con tus notas a esa promoción. Si Ernesto, ayudaste a construir la (falsa) imagen de Juez, pero arremetes a diario contra quien protege los intereses del Estado.
Y esta bueno que hablemos un poco del Estado. Porque cuando Moreno va con guantes de box a Papel Prensa, no es para llevarse unos mangos a su bolsillo, es para que, mediante la justicia redistributiva, nos lo llevemos todos a nuestras casas. Cuando Moreno les grita a los representantes de las petroleras, es para que todos podamos acceder a la educación. Cuando golpea la mesa ante los supermercadistas, es para que muchos más puedan acceder a la salud. Cuando disciplina a los harineros, es para que otros accedan a la vivienda.
Cuando vos le pegas a Guillermo Moreno, lo haces con el único fin de asegurarte en cambiar el auto o engrosar tu cuenta bancaria, y de paso, para congraciarte y garantizarte el laburo ante tus jefes.
Y eso te esta matando por dentro Ernesto. Guillermo Moreno no esta a la venta y es fiel a sus convicciones. Vos hace rato vendiste tus convicciones, y solo sos fiel a tu billetera.
Seguramente dirás que no se puede comparar a Guillermo Moreno con French y Beruti. ¿Y por que no? ¿Qué crees que hubiese hecho Guillermo en 1810 o que harían aquellos “chisperos” hoy como representantes del Estado en Papel Prensa o como Secretarios de Comercio?
Claro que los tiempos han cambiado, y los funcionarios hoy no andan armados, pero a veces los modales deben ser los mismos. Es necesario ante tanto realista suelto.
Terminando Ernesto, permitime que te diga que, entre Mauricio Macri y vos, lo prefiero al del PRO. El no intenta venderme lo que no es. Esta clarísimo lo que es y los intereses que representa. Vos sos una quinta columna dentro de un espacio que aspira a vivir en otro país, pero que apoyo los cortes de ruta junto a la SRA y al MST y  que se escandalizó cuando Guillermo Moreno apareció con casco y guantes de box en el directorio de Papel Prensa.
Cuando vuelvas a criticar bravuconadas Ernesto, nunca olvides que trabajas para Magnetto, quien amenazó personalmente a la viuda de Graiver. Que trabajas para la apropiadora de hijos de desaparecidos de Noble. Que trabajas para Aranda, quien quiere inundar una provincia para beneficiar sus plantaciones de arroz. Que trabajas para Clarín, quien despide trabajadores por el solo hecho de ejercer su derecho a sindicalizarse. Que trabajas para la Goldman Sachs, que ayudó a empobrecer al Tercer Mundo y condenó a la muerte a millones de personas. Y no se puede ser el contador de Al Capone y creer que nada te salpica. Esos no son modales civilizados, Ernesto.
¿Y todavía te horroriza Guillermo Moreno?
¿Y seguís pensando que “Nunca menos” es una mala consigna?
Podría ser “No pasaran”. ¿Por qué no?
Aunque conozco una que seguro te gustará menos: “Ni olvido ni perdón”.

                                                                Enrique “Gallego” Cal